ELAH-SELVIP
PANEL DE EXPOSICIÓN:”Autogestión y Construcción de Poder Popular”
Buenos Aires, 29 de Septiembre de 2009
Nestor Jeifetz
-Ahora vamos a continuar con lo que teníamos pensado para el taller de hoy:
Autogestión, relaciones entre organizaciones sociales, Estado, y construcción del poder
popular. El compañero Néstor Jeifetz va a exponer.
Néstor Jeifetz:-Desde luego que es una satisfacción estar compartiendo esto con
ustedes, tener la alegría de intentar que no tomen demasiado frío, aunque no ha sido
muy exitoso nuestro intento… Hace en realidad muchos años que venimos planteando
el inicio de la construcción de la escuela de SELVIP. Hace varios encuentros
empezamos a marcar con más intencionalidad la decisión de intentar construir la escuela
latinoamericana, la escuela de SELVIP. Yo recuerdo, y creo que fue en el encuentro en
Lima, donde se trabajó bastante. Creo que fue en el 2005. Pero somos más o menos
lentos, y bueno, también creemos que a todos nos atraviesan las problemáticas de dentro
de cada organización, y a todos nos atraviesan incluso miradas políticas, que no siempre
son exactamente las mismas. Sí creemos que tienen siempre el mismo rumbo
estratégico, pero siempre hay matices, diferencias, y a veces también se trasladan esos
matices o diferencias a complejidades en intentar avanzar.
Ayer conversábamos con un compañero que es muy callado, que está allá contra la
pared, es un muchacho joven, casi mudo. Hablábamos sobre qué es la autogestión, una
preguntita. Y me parece que es un pedazo de pregunta, pregunta que es interesante o
indispensable, si nosotros estamos intentando construir una escuela de autogestión del
hábitat de la SELVIP, tendríamos que ir construyendo no sé si una definición, pero una
clarificación del concepto autogestión. Intentarlo construir me parece que es un tema
esencial. Y seguramente hay muchísimas concepciones diferentes, seguramente hay
producciones teóricas históricas sobre la temática autogestionaria, y sería importante en
este primer intento ver cómo, durante el tránsito al país de los chéveres (¿son los
chéveres sólo los venezolanos o también son los ecuatorianos?), ir profundizando o
construyendo esa conceptualización. Tanto en nuestras prácticas como en la reflexión
teórica.


A veces, por arrancar por un algún lado, decimos “autoconstrucción es autogestión”,
no? Amén de que el concepto autogestionario está en el campo del hábitat. Autogestión
son las fábricas recuperadas, por decir algo. O sea, hay autogestión en realidad,
creemos, que en toda la vida de la sociedad, o gérmenes autogestionarios. Y desde luego
en el campo de la producción de hábitat.
Nos parece que el tema autogestión no puede ser una concepción autista, cerrada, lo
peor que podemos hacer es desvincular la indispensable construcción colectiva de base
de la relación con el Estado, con la estructura económica, política, social y cultural que
es la sociedad. Así como tal vez es minimizar o infantilizar el concepto de autogestión
cuando se lo relaciona con autoconstrucción, si bien algún elemento puede estar metido,
creemos que la lucha autogestionaria tiene que ver para nosotros con la trasformación
de la sociedad. Para nosotros tiene una dimensión esencialmente política. Entendemos
en general que el Estado tiene dominantemente un carácter de clase, el Estado como el
administrador de los sectores y de las clases dominantes. El Estado no es una
abstracción, no es un escritorio, ni es neutral, el Estado es la administración básica, el
grueso de los recursos del Estado en nuestros países, en mayor o menos medida, están
vinculados a la lógica del capital, no es una casualidad, es una característica, es una
esencialidad. Y eso con todos los matices que tienen que ver con el nivel de desarrollo
popular en cada uno de nuestros países, pero no es una casualidad que la direccionalidad
dominante del curso de los recursos del Estado estén direccionados a la lógica
empresarial. Que siga esa continuidad, que entendemos que ha tenido que ver
fuertemente con la existencia de las dictaduras genocidas en nuestros países,
continuidad que después tuvieron expresiones en gobiernos de democracia formal en
Argentina en el menemismo. Hay una lógica fuerte de direccionar el grueso de los
recursos estatales a esa lógica. Y nosotros, cuando planteamos que las políticas de
autogestión tienen como mínimo dos actores: el Estado y las organizaciones populares,
creemos que no hay políticas autogestionarias si no hay dos actores básicos.
Políticas de autogestión implica empezar a dar pasos en el cambio de esa
direccionalidad dominante, pero la pelea no es con el bolsillo de nuestra gente, la pelea
es con los que se apropian del bolsillo de todos, y la estructura que se apropia del
bolsillo de todos es la sociedad capitalista, y en todos nuestros países con sus matices,
es la estructura estatal. Entonces, cuando impulsamos políticas de autogestión tratamos


de que los recursos estatales empiecen a tener un giro, empiecen a ser transferidos al
movimiento popular.
Lo que me parece que también es importante pensar que eso es un tránsito, esta segunda
lectura. Autogestión no es autismo, es con el Estado para trasformar la lógica del
Estado. Nosotros podemos decir para que los recursos vayan a las organizaciones,
ahora, eso es una instancia, esa es una etapa del proceso, hasta que los recursos no
vayan a sino que sean de… Como mirada más de fondo, hay una pelea, para lo cual
también tiene que haber organización popular que empiece a tomar conciencia de que la
pelea no es con nuestro ombligo, sino contra la lógica del Estado capitalista. A partir de
toda la complejidad que implique la construcción de organización popular, está la pelea
por ir arrancándole de a poco recursos. A nosotros nos parece importante la
cotidianeidad del trabajo con nuestros compañeros, nos parece importante encontrar el
modo de instalar en la cotidianeidad la dimensión política. No visualizarla como
primero vamos acá, después allá, y allá está la dimensión política, nos parece importante
incorporar en la cotidianeidad la conceptualización de la pelea política.
Hace un ratito los compañeros estaban hablando del proceso de extranjerización del
suelo, nosotros siempre decimos que el suelo no es solo, el suelo es una temática
estratégica no sólo para la temática de hábitat, es estratégico para el desarrollo de
nuestros países, de nuestra sociedad. Una cosa es una perspectiva de devastación
medioambiental, otra cosa es una producción que esté vinculada a los negocios de los
grupos monopólicos, y otra cosa del suelo es lo que hay abajo, abajo hay algunas
cositas. O está toda la riqueza petrolera, o está toda la riqueza minera. El suelo es una de
las herramientas estratégicas del desarrollo de nuestros países. Entonces en manos de
quién está el suelo hace a la perspectiva de desarrollo o no desarrollo. Si el patrimonio
estatal es base de negocios, todos hemos hablado de la lógica inmobiliaria del suelo, es
central entender que eso tiene una lógica esencialmente política, no es sólo un tema
técnico, burocrático, de gestión, es un tema esencialmente político. Que el suelo sea una
mercancía o un valor de uso, que sea de todos o de determinados grupos, es central.
Hoy le preguntaban a Carla cuál es la situación actual del MOI, uno de los motivos de la
salida del MOI a Provincia de Buenos Aires es que acá se hacía y se hace enormemente
difícil el acceso al suelo. Uno de los motivos, más otros. Nosotros planteamos que el
tema en nuestro país no es solamente un tema de la gestión local, también es un tema de


la gestión nacional. La temática de adónde va el patrimonio nacional del suelo y de los
inmuebles es una temática que atraviesa todo el país de abajo arriba. Y eso es una
temática política. El tema de de los recursos financieros, adónde va la plata, es una
temática política. El tema de los recursos humanos también es una temática política.
Allá hay un compañero atrás, es un trabajador estatal, que lo vemos en las gestiones en
la interacción con una de las áreas municipales, ahora, nosotros decimos muchas veces
cómo se pagan las organizaciones sociales respecto al Estado, y me parece importante
también como tema de reflexión, y como tema de pensar tipos de experiencia en esta
esencialidad de plantearnos la necesidad de trasformar el Estado, para que sea nuestro,
del movimiento popular.
Para nosotros la concepción de autogestión está vinculada a esta concepción, la
concepción autogestionaria desde luego que es una concepción de una nueva cultura,
desde luego que es una concepción de construcción social, pero es una noción de
construcción política, y de construcción de poder. Y para construir poder no tenemos la
receta, pero hay historias y lógicas que hay que recuperar. Para nosotros el suelo o es de
los sectores concentrados o es del pueblo. Y para que sea del pueblo el pueblo tiene que
manejar las riendas del poder. Es una infantilización pensar la autogestión como una
cosa escindida, nosotros nos rompeos el culo y el Estado hace lo que se le canta el culo.
Para que haya autogestión el pueblo tiene que manejar absolutamente todas las riendas
del poder en el Estado. Nos parece a nosotros.
Les decía del compañero que está ahí, y hace a uno de los temas de la relación
organización popular - Estado, es una parte de esa relación. Porque las relaciones se
transforman o se consolidan las cosas. En las dialécticas que se construyen por ejemplo
entre organizaciones sociales y Estado, o se consolidan las cosas, o se trasforman las
lógicas, pero desde temas cotidianos. Nosotros hace un tiempo nos preguntamos
¿cuánto usamos nosotros a él? Y en él a todos los laburantes del Estado en función de
supuestamente acceder o resolver las problemáticas que las cooperativas tienen.
¿Nosotros lo vemos a él como persona o como forro? ¿Cómo vemos al trabajador del
Estado? ¿Y esto tiene algo que ver con procesos de transformación? ¿Con procesos de
construcción popular? Por ejemplo esta relación. A nosotros nos parece que, por
ejemplo, el trabajador del Estado por un lado está planteado en una relación con las
organizaciones sociales donde a veces las organizaciones sociales lo único que les
decimos es: che flaco, ¿pasaste el expediente de acá a allá? Y a veces les decimos buen


día. Y a veces no. Y hacia adentro del Estado el trabajador está inmerso en la lógica
dominante del Estado, el que más le mete un palo en el culo es el dueño de la empresa.
El trabajador del Estado, no me refiero a los decisores políticos sino a los cientos y
miles de laburantes del Estado, que están en un ámbito de alienación. Nosotros muchas
veces vemos a trabajadores sociales levantando censitos en los desalojos, ¿y vos
estudiaste para levantar censitos en los desalojos? Tu capacidad te da para más, tu
afectividad, tu corazón te da para más, y tu cabeza te da para más. Y sin embargo las
lógicas dominantes del Estado no potencian a las personas como seres humanos. Me
estoy refiriendo a la lógica de la sociedad capitalista particularizada en ámbitos del
Estado. El arquitecto de un ámbito estatal también está como castrado, frustrado en
general, y no potenciado en todas sus capacidades intereses.
Nosotros como organización somos parte de una Central de Trabajadores, cosa que es
un todo un tema de construcción y un desafío, pero por otro lado si no hay unidad del
movimiento popular... Ayer los compañeros chilenos hablaban de los sindicatos, los
pobladores, las cooperativas, caracterizando los ’60. Y los otros días comentaban la
movilización en Uruguay del ’20 al ’27, el movimiento sindical, la FUCVAM, los
viejos o “juventud acumulada”, y los estudiantes universitarios. Todo eso fue junto,
contra el desempleo, las privatizaciones, la pobreza, la corrupción. Y el construir juntos
es estratégico. Por eso estamos acá sentados, porque estamos intentando construir
juntos, a pesar de las miradas diferentes. La construcción conjunta para dar la pelea en
la que consigamos que los recursos se trasformen y sean nuestros. Construir entre otras
cosas la unidad en la práctica, ir a una movilización juntos. Sin duda la calle es un
ámbito de lucha, ahora bien, para nosotros un ámbito de lucha más duro, más complejo
y más esencial es la lucha cotidiana, y si no hay construcción cotidiana salís a la calle
como un imbécil, y no sabes por qué carajo estás saliendo. La calle sin duda es un
ámbito de lucha, pero tiene que ser expresión de una construcción cotidiana, que es la
más difícil de todas. Cualquiera de nosotros sabemos que la más difícil es la
construcción de todos los días. Para los cooperativistas, cómo carajo construir una
cooperativa, cómo construir un colectivo, es lo que le da sentido y esencia a salir a la
calle.
Nosotros pensamos que la autogestión tiene esta división, implica apropiarse de los
recursos materiales, apropiarse de los recursos financieros, apropiarse de los recursos
humanos. Los trabajadores del Estado, los compañeros de la universidad, apropiarnos,


de la centralidad, del derecho a la ciudad, de construir un país de desarrollo equilibrado.
La distribución desigual de la población en los centros urbanos mientras hay pedazos de
territorios vacíos no es casualidad, se refiere a algunas lógicas. Los territorios vacíos
deben ser más fáciles de extranjerizar. Que se extranjerice la Patagonia es posible
porque es más vulnerable así que si hubiera masas de gente que puedan luchar contra
semejante proceso de extranjerización con el significado estratégico que hay debajo de
esos territorios y en su superficie.
Para nosotros el tema autogestionario tienen en principio este margen, es político,
esencialmente involucra la trasformación del Estado para ser poder. Esta es una década
en que están cambiando muchas cosas, se está recuperando lo que quisieron matar.
Cuando lo escuchamos a Chávez en Porto Alegre empezar a volver a hablar de
socialismo, fue la primera persona que se animó a empezar a recuperar la historia de una
sociedad en donde no haya explotadores ni explotados. Nosotros cuando nos referimos a
las ciudades decimos construcción de ciudades democráticas, sin expulsores ni
expulsados. Tiene que ver con ese correlato, una lucha autogestionaria para trasformar
el poder, que requiere una construcción cotidiana que rebase la mirada reivindicativa,
porque creo que es una pérdida nuestra no instalar casi desde el arranque la dimensión
política. Creemos que es un desafío de las organizaciones populares construir junto a la
lucha reivindicativa una construcción política. Esto implica el desafío de articulación de
los sectores populares de nuestra sociedad y seguramente implica la discusión sobre
cuáles son las herramientas políticas para llegar al majeo del gobierno en una
perspectiva de manejar el poder. Yo nunca me olvido de que en el 2006 los compañeros
decían Chávez es un infiltrado en el gobierno. Estaban hablando de que el Estado es un
ámbito de lucha, de contradicción. Y por un lado hay una comuna socialista, y por otro
lado convive con la lógica inmobiliaria empresarial. Son escenarios de lucha, pero a la
lucha no hay que ocultarla, hay que darle visibilidad. Creo que estas son etapas de
valorar esa lucha, de dimensionar la pelea sectorial. Yo no peleo por el techo, los
uruguayos dicen la vivienda es el principio. Uno lucha porque no sea el principio, nadie
se rompe el alma por una sectorialidad, hay que romperse el alma y ser feliz, porque
nadie se tortura. A veces uno dice, cómo se sacrifica la gente, cada uno de los que está
acá no es un torturado, es ser uno mismo, es justamente ser lo que no es la trabajadora
social invisibilizada levantando un censo en un desalojo. Lo que hacemos todos los que
estamos acá es desalienarnos frente a esa alienación.


Si sobre algo hay que reflexionar es sobre esta conceptualización a partir del capital
inmenso que hay en cada uno de los compañeros. Me parece que esa reflexión tiene que
ir acompañada de materiales concretos. Hay que recuperar el nacionalismo en nuestra
Latinoamérica, porque nuestra patria es una sola. Tenemos que luchar por recuperar la
patria en manos de nuestro pueblo y motorizar acciones concretas, no queremos ir a
pasear. Me parece muy bueno que estén los compañeros de Chile, y es obvio que
diferenciamos quién es el Fondo Monetario y el Banco Interamericano y todos esos
hijos de puta del imperialismo, del pueblo chileno. Estamos felices de que estén los
compañeros de Solidaridad acá, estamos felices de que esté Jorge, con el que somos
compañeros de pelea desde hace como 20 años, aunque tengamos algunos matices, pero
sabemos que estamos en el mismo camino. Y los matices seguirán estando, pero debe
ser central el tema de la unidad estratégica. Porque seguramente en la cancillería vamos
a plantear temas comunes, impulsar marcos nacionales de políticas de autogestión.
Vamos a empujar juntos como siempre estuvimos empujando juntos, con las diferencias
que cada organización, cada sector va teniendo, pero con la claridad de que el camino es
uno. No hay que equivocarse en quiénes son nuestros enemigos y quiénes son nuestros
amigos. Del mismo modo en que vamos a estar en Chile en abril, vamos a estar en julio
en Quito, y seguramente vamos a armar alguna declaración hacia los jefes de gobiernos
para impulsar las políticas populares, de autogestión, contra las políticas capitalistas
empresariales. Gracias. (Aplausos)
-Bueno, compañeros, está abierto el debate a todas las preguntas que quieran hacer. Es
un gran tema la autogestión, asique espero que haya mucho debate para que esto sea
bien trabajado. Acá el compañero chileno quiere hablar.
Compañero de Chile: -Buenos días. Yo quería, más que preguntarle a Néstor, resaltar
dos o tres aspectos de su intervención en relación a las organizaciones sociales y su
relación con los Estados. Uno, en relación a este concepto de autogestión, yo creo que
este es un momento histórico de los pueblos donde este concepto está en construcción,
no hay una definición. Nosotros acá no le vamos a poner un límite, por el contrario, lo
vamos a ver como una palabra disparadora. Otro es en relación al rol de los dirigentes,
que creo que muchas veces se obvia, no sé si por mucha humildad, pero el eje de
discusión son nuestras bases. Pero el elemento intermedio, si es que estamos en el
medio, es el dirigente. Y dentro de ese ámbito, el de los dirigentes, uno de los
planteamientos que hace Néstor, yo creo que tardío porque ya es el cuarto día de la


escuela latinoamericana, y recién aparecen las mujeres. Yo creo que hemos tardado
mucho en hablar del rol de las mujeres en la construcción de organizaciones populares
que de forma autogestionaria desarrollan un nivel de trabajo con el Estado. Desde esos
tres aspectos me gustaría reflexionar.
En el primero voy a hablar de que autogestión tiene dos aspectos a estudiar, uno sería
qué es lo que no es autogestión y tenemos que tener un papelógrafo que diga qué no es
autogestión, y otro que diga que sí es autogestión. Autogestión no es ser autómatas, pero
tampoco privarnos de una lucha, no con este Estado, porque este Estado a nosotros no
nos gusta, porque este Estado reprime mapuches, los asesina en el sur de Chile, reprime
y apoya a la patronal en Argentina. Y en algunos casos los Estados populares que se
están construyendo en Venezuela, en Brasil, algunos generan condiciones de
trasferencia de fondos, de forma más directa, flexible e inmediata. Nosotros no tenemos
que dejar de estudiar el concepto de autogestión, y yo creo que la mejor forma de definir
es hacer, por lo tanto hay licencia para equivocarse. Para lo que no tenemos permiso es
para quedarnos en un estado de inmovilidad esperando ver qué es lo que significa
autogestión. Nosotros en Chile decimos que los que hacen se equivocan, ahora, los que
no hacen nada no se equivocan pero tampoco cambian. No hacen, critican, y son
muchos. La autogestión es un concepto de acción, es un verbo, autogestionar.
Creo que parte del estudio de la autogestión es el rol del dirigente. Anoche decíamos
que los dirigentes nunca nos preguntan cómo estamos nosotros, si tenemos hambre, si
tenemos calzado, si en nuestras casa tenemos problemas, nos preguntan si hay solución,
hay casa? hay obra? Eso preguntan, hay plata? Hay pago? Hay agua? Eso nos pregunta
la gente, no nos pregunta si tenemos una pena de amor, si tenemos una crisis
económica. Por lo tanto nosotros tenemos dos opciones; o buscar en el resto de los
dirigentes ese apoyo, moral, autogestionarnos apoyo con nuestros pares, o ir a buscarlo
en el poder tradicional de las instituciones. Ahí algunos meten el tema de las ONG’s,
que yo creo que es un tema para otra escuela.
Yo creo que dentro del rol de los dirigentes es necesario que nosotros tengamos niveles
de complicidad, que seamos capaces de ternemos cariño y comprensión, acá resalta el
rol de la mujer. La reconstitución de los grandes objetivos históricos de la clase
trabajadora de Latinoamérica pasa hoy día, más que nunca, por la participación de las
mujeres dentro de las organizaciones a nivel dirigentes y de base. Nuestra organización


en Chile y la de la delegación chilena está compuesta en forma mayoritaria por mujeres,
pero nuestros partidos siguen siendo masculinos en su estructura de dirección y hasta en
sus estilos de organización. Son organizaciones más que nada patriarcales en la forma
de impulsar su gestión, pero matriarcales en la forma de hacer. Ahora, ¿cómo nosotros
vemos el proceso de participación de las mujeres dándoles ese carácter?
Solamente para terminar y en concordancia con lo que Néstor termina planteando. Hay
que idear también una nueva economía popular. Eso no lo vamos a encontrar en el
Estado ni en los patrones. Eso es lo que tenemos que construir nosotros. Una pista la
tenemos que ver en el seno de las familias obreras, de la familia pobladora. Es una
economía donde la mujer particularmente ha logrado crear las condiciones de
subsistencia en cualquier modelo económico. A todos los que nos sonaron las tripas
escuchamos a una mujer diciendo si no comen todos no comen ninguno. Imagínense esa
ideología al mando de la estructura estatal y de la producción económica a nivel
nacional. Eso lo va a hacer una mujer, va a decir hay que ajustarse el cinturón, pero
mañana cuando haya recursos, a diferencia de lo que hacen los Estados, no le va a
comprar un bono al FMI, sino que va a disfrutar de la abundancia. Esa mujer va a ser
inteligente y va a lograr redistribuirlos. La mujer es la única que puede, al mando del
Estado, generar una economía cooperativista.
Para terminar, es solamente dejarles claro cuál es nuestra pequeña ayudita para fijar un
sur entre los pobladores, es la construcción del nuevo poblador. No vamos a tener una
nueva relación con el Estado si no somos capaces de realizarlo en la condición de
ocupantes, de pobladores, de fabelados. Es decir, nosotros tenemos que conformarnos
como nuevos pobladores, y para formar ese nuevo poblador que construya esa nueva
población -y no me refiero al nuevo conjunto habitacional-, sino que configurara nuevos
territorios, no los vamos a conquistar si es que no tenemos un nuevo dirigente popular.
En Chile creo que la estructura autogestionaria no tiene instituciones que logren parir
dirigentes. Tenemos dirigentes de la coyuntura, prácticamente desde la emergencia. Las
organizaciones del pueblo tienen que tener elementos no sólo para capacitar dirigentes
sino también para parirlos. Hay que producir dirigentes, nuevos dirigentes populares. Es
un desafío que nos tenemos que dar todos para que nuestra cooperativa no se envejezca,
no tan sólo en términos etarios sino en términos de ideas. Muchas gracias. (Aplausos)


Compañero de Argentina: -Yo quería reflexionar sobre los elementos que hemos
estado conversando y planteando. Uno tiene que ver, en los actuales contextos, con la
necesidad por un lado de fortalecer nuestras organizaciones, de crecer, y por otro lado,
una cuestión que me parece bien importante es el tema de los tejidos en el sentido de la
cooptación de la organización. Sobre todo en el contexto de los actuales gobiernos
llamados progresistas. Y nosotros, una cosa que nos gusta señalar es la independencia
política. ¿Qué significa esto? Significa que nosotros no somos furgón de las relaciones
políticas, sino que tenemos independencia, somos trabajadores haciendo el esfuerzo por
construir redes sociales, y desde ahí articulamos. Nos gusta decir que articulamos con
programas.
En segundo lugar, otra cosa a señalar, es que esta es una instancia pertinente, no
solamente porque vamos poniendo en común nuestras realidades que se asemejan
muchísimo, sino porque también nosotros estamos viendo ciertos supuestos sobre lo que
está pasando en las realidades nacionales, nos permite interactuar colectivamente y dar
cuenta de las situaciones verdaderas. Y finalmente, creo que estos son espacios
necesarios de interacción porque la lucha no se circunscribe al espacio nacional sino que
queremos fortalecer esta nueva herramienta de mucho más alcance. Nada más.
(Aplausos)
Compañero de Chile: -Buenos días. Mas que una intervención yo quiero hacer
hincapié en algo que no sé si viene más adelante, es la primera vez que venimos a esta
escuela. Nosotros en Chile trabajamos mucho con (inaudible), y hay un aspecto que
para nosotros es súper importante y es la memoria. No para quedarse en el pasado, sino
para avanzar. Es sorprendente, al menos en la parte en donde estamos nosotros
trabajando, el corte histórico en lo que son los sectores populares obreros, la gente
pobre no tiene mucho conocimiento de lo que pasó hace apenas dos o tres décadas atrás.
Hay muchos jóvenes que viven en sectores poblacionales que son producto de
ocupación, pero que no tienen ni idea que eso es una ocupación. En Chile hay un
proceso muy fuerte de parte del movimiento de pobladores, llegando a culminar en el
año ’70 con 340 tomas en el año. Una toma de terreno son como 8 meses de trabajo,
organización, búsqueda del terreno, dónde se van a cortar los alambres, por dónde
entrar, dónde va a estar la fuerza policial, etc. O sea que el movimiento de pobladores
fue un actor muy importante.


Ahora, ¿por qué lo planteo esto yo? Porque escuchando todas las intervenciones de
estos días, sobre la ayuda mutua especialmente el día domingo, ¿primeramente se hace
ayuda mutua o se hace después? ¿Tiene nuestro pueblo experiencias de ayuda mutua o
no las tiene? Y ahí ya entramos en otra fase. La primera toma, que es de 1843, nosotros
trabajamos en un barrio, (inaudible), ahí están las primeras expresiones. En aquel
entonces el poder popular estaba marginado de lo que es el Estado, al igual que hoy día,
de las decisiones y todo eso. Entonces, cuando empezaron a aparecer los primeros
artesanos, la gente de oficios, carpinteros, zapateros, albañiles se organizaron porque el
Estado no se ocupaba de la solución de sus problemas. Fueron creando instancias
organizativas. Estaba la Sociedad de Socorros Mutuos que era la que atendía todos los
problemas de salud, en el barrio tenemos una que es de 1894. Estaba lo que eran una
suerte de sindicato, estaban los centros de artesanos, etc. Entonces en la década del ’20,
cuando se crea el Estado de Bienestar, el Estado se hace cargo de todas esas situaciones,
y ¿por qué razón se hace cargo el Estado? Cuando el Estado da algo, siempre trae un
puñal bajo el puño. Era lo que el proceso de industrialización decía; por ejemplo, la
salud ¿cómo la tratamos? Con la beneficencia y la caridad. Es decir, con curitas y las
damas de la nobleza.
El sector popular lo único que tenía era el hospital, que era de beneficencia y caridad, y
donde los pocos médicos que habían hacían sus prácticas, y con la esperanza de ser
contratados por las grandes familias y poder tener ingresos. Eso fue más o menos hasta
el año 1920. Y siempre hay que ir a las fuentes, la discusión que había entre los
oligarcas, las patronales de ese tiempo era porque se estaban industrializando los países,
y toda esa masa era muy difícil de atender con sólo la beneficencia y la caridad. Y que
las organizaciones que ellos habían creado, la Sociedad de Socorros Mutuos ¿en qué
consistía una Sociedad de Socorros Mutuos? trabajaban el ferrocarril, trabajaban en la
imprenta, se juntaban, tenía una cuota y ellos contrataban a un médico, que tenía que
atender a sus asociados y también tenía que hace una labor de educación y prevención.
Ese es el esquema de una Sociedad de Socorros Mutuos. Pero las patronales son muy
onerosas para atenderse por la caridad, hay que disciplinar, civilizar, es decir, meterlos
dentro del esquema dominante. Bueno, ahí se terminaron las Sociedades de Socorros
Mutuos, hay alrededor de 36 que han sobrevivido, pero ahora están en peligro de
desaparecer por la concertación, que lleva tantos años como la dictadura.


Eso era organización de trabajadores, organización de pobladores, organización de
vecinos, que se organizaron para resolver problemas como la salud, la educación. Es esa
fase una fase que a nosotros nos interesa rescatar. También estamos trabajando mucho
con lo que son los comandos comunales de la época de la unidad popular, está aquel
octubre del ’72 cuando fueron las organizaciones populares las que se hicieron cargo de
sus comunas, o los cordones industriales que eran la coordinación y la educación de las
fábricas de un sector. A mí lo que me gustaría es que dentro de esta escuela hubiera
algún punto en que pudiera plantearse la memoria de lo que es la autogestión, o algún
otro punto, de cada uno de nuestros pueblos. ¿En función de qué? De que nosotros
somos continuadores de la lucha, que nos acordamos, los que, como ustedes dicen,
tienen juventud acumulada, o este viejo de mierda. Esto sería bueno. En el trabajo social
que realizamos es increíble el impacto en los jóvenes cuando se enteran de que esa
población en la que han vivido siempre, el dirigente fue Don José que era el soldador, el
vendedor de diarios en los kioscos, el deshollinador, y que ellos pudieron, y son sus
vecinos, sus abuelos, sus parientes. Se produce algo así como si ellos pudieron porqué
nosotros no podemos. Aquí no es necesario que venga un iluminado o un extraterrestre
a resolver nuestros problemas, los podemos resolver nosotros. Por eso me gustaría que
se vea ese punto. Nada más. Gracias. (Aplausos)
-Los compañeros están pidiendo que cada uno que hable se presente y diga de qué país
es, porque algunos no se conocen.
Soy Alexis Villegas, CTU, Caracas, Venezuela: -Para nosotros la autogestión es todo
aquello que no esté afiliado con las prácticas neoliberales del Estado. El Estado limita
las posibilidades de que la gente del común o las organizaciones puedan manejar
recursos si no están comprometidos a, o no está subordinados a. Es decir que
planteamos el debate sobre lo que es el Estado ahora y el Estado Socialista que
pensamos construir, porque en abstracto si no visualizamos esos dos Estados replicamos
el modelo que es todavía incompatible. De repente el asistencialismo se ve como algo
natural. Cuando hemos planteado el debate de lo que es la autogestión desde visualizar
la estructura del Estado, un Estado que se resiste a transformarse, y un movimiento
social que quiere tomar ese Estado. ¿Entonces qué pasa? Sabemos que la concepción
neoliberal se disfraza, pero en el fondo todo sigue igual. Entonces por ahí empezamos a
debatir qué es lo que es autogestión. Cómo entiendo yo esa dependencia del Estado sin
mantener esa estructura. Y el debate no es corto. Uno, el Estado no va trasformase solo,


tiene que haber un movimiento que impulse esa trasformación. Dos, debemos ser parte
del Estado, ¿para qué? Para empujar desde adentro apoyados por el movimiento social
desde afuera. En Venezuela, los CTU hemos dicho en alguna oportunidad que debemos
estar en el sitio donde se tomen decisiones, porque no es lo mismo impulsar todo desde
afuera que desde dentro.
Por otra parte, sabemos que como movimiento incipiente, nosotros en Venezuela no
tenemos memoria. Mire compañero, la dictadura en Venezuela fue democrática,
duramos 40 años pensando que todo estaba bien, que no hacía falta cambiar nada, hasta
que hubo una explosión social que nadie comandó y que nadie capitalizó y se armó el
Caracazo. En el Caracazo el pueblo salió a las calles a derrumbar las estructuras
establecidas. Ese acto histórico fue tan contundente que cuando Pérez fue electo
presidente por segunda vez, la mayoría de los presidentes de Latinoamérica sintieron
(Inaudible), inclusive el comandante Fidel Castro, y un mes después (Inaudible). A
partir de ese momento empieza una conciencia venezolana. Y hoy día todavía estamos
descifrando hacia dónde vamos y cómo vamos y con quién vamos. En un proceso que
nos obliga a revisar todas nuestras teorías. Y en eso hablamos de la autogestión. La
autogestión del movimiento popular en Venezuela se ha ganado a pulso, ahí no te
regalan nada. Si en Venezuela todo estuviera resuelto no haríamos nada aquí. Pero en
Venezuela no se va a resolver nada hasta que se resuelva en América Latina.
La autogestión es por otro lado para nosotros el único modo de no depender de un
Estado que nos quiere mantener encasillados. Cada vez que yo dependo del Estado,
limito mi autonomía. Cada vez que el Estado me pague un pasaje en avión para que yo
venga a la Argentina, me ha pedido una cuota. Si el movimiento social le plantea al
Estado, mira nosotros queremos cuatro pasajes para compañeros de los CTU para que
viajen a la Argentina, no les dice son para Alexei, es para Nelson, es para Oscar, no, le
dice cuatro pasajes para cuatro voceros de la CTU. Eso lo hace un movimiento social, y
el Estado no puede coaccionar, porque no hay pasajes personalizados. Es un logro de un
movimiento social. Es decir, la única manera de que la autogestión funcione es que esté
instalada por un movimiento que tenga una capacidad de movilización y de compromiso
político. El Estado no se trasforma únicamente con manifestaciones en las calles, se
trasforma con visión política, con propuestas políticas, y se hace con la gente. Si
nosotros no somos capaces de reunir un gran número de personas que se identifiquen
con la lucha, entonces el Estado nunca va a cambiar porque el Estado se va a hacer


fuerte y va a decir ese movimiento popular no tiene fuerza. Sin formación no puede
haber revolución, y la revolución y la política se hacen con la gente, y la única manera
de que podamos hacerlo en este proceso de transformación es que seamos capaces de
ver el camino juntos, de construir políticas continentales que nos faciliten la lucha, y
que el Estado comprenda que el movimiento social es capaz de decidir y cumplir los
objetivos políticos que estamos por construir. Muchas gracias. (Aplausos)
Soy David, de Bariloche: - Quiero invitar a pensar entre todos cómo se da lo
autogestivo al interior de cada una de las organizaciones. Nosotros somos un grupo
joven de trabajo, de un año. Y tratar de buscar en cada organización lo autogestivo
desde el pequeño brote hasta la pequeña planta que va creciendo, tratando de buscar lo
autogestivo en cada actitud de vida. Porque me parece que por ejemplo en nuestra
organización, un caso casi paradigmático fue la organización de un bingo para recaudar
fondos. Los compañeros que estaban encargados de hacer el bingo tenían que contratar
a alguien con experiencia para la organización. Un compañero entonces se enfureció,
porque dijo, estamos hablando de autogestión y cómo vamos a contratar a otra persona
para que lo haga y no darnos la posibilidad de hacerlo nosotros mismos con todos los
errores que podamos cometer. Estas pequeñas cosas se dan siempre, y estoy seguro de
que cada organización tiene estas dificultades. Muchas pequeñas cosas se hacen y
muchas veces estamos esperando que vengan y nos hagan las cosas, y no estamos
tomando nosotros los libros para empezar a empaparnos de lo que queremos hablar. Por
ir a un segundo caso, lo que estuvimos viviendo allá en Bariloche, una decisión muy
fuerte que tuvo que tomar la organización, y que no estaba tomada hasta que no
escucháramos la palabra de los referentes nacionales. Y se dio allá algo muy lindo, que
fue un aporte, nosotros habíamos tomado una decisión y estábamos esperando en
realidad si el MOI decía si o no, pero un compañero nos dice: la decisión ya está
tomada, el MOI ya decidió. Ah, y qué decidió? No, el MOI son ustedes. Y acá entra lo
autogestionario, la reapropiación de los recursos históricos y recursos materiales.
Nosotros algo que tenemos es que nuestras asambleas son el la Municipalidad de
Bariloche, nosotros tenemos una presencia ahí, para mostrar seriedad, y para decir es el
poder popular que está acá. Nosotros mismos estamos definiendo nuestras políticas. Y
también pensar muy bien el rol del Estado en un proceso como este. Nosotros además
de demandarle al Estado, le abrimos la puerta para que no se olvide qué es lo que tiene
que hacer, nosotros proponemos, vivimos proponiéndole qué es lo que tiene que hacer,


por eso vamos con mucha satisfacción a reuniones con intendentes o representantes del
Estado. Y ahí no vamos a pedir nada, sino que vamos a proponer cosas. Esto sería una
invitación para pensar cómo cada organización va viviendo las experiencias
autogestionarias. Y bueno, el concepto de lo autogestivo es importante, tenemos que ver
cada uno qué es lo que sabemos, y está bueno ver qué es autogestión y qué no. Lo que
dice el compañero de Chile, rastrear históricamente lo autogestionario. Entre todos la
autogestión va a ir conformando poder popular, mas presencia e importancia de los
movimientos. Espero que lleguen a nuestra organización, estamos dispuestas a aprender
cosas, nosotros mismos, desde la inquietud personal y de la organización queremos
saber, preferimos equivocarnos mil veces solos y no que vengan y nos resuelvan las
cosas. Compañeros sí se puede, hagámoslo que se puede. Nada más. (Aplausos)
-Compañero de Santa Fe: -Una cuestión que me parece central es pensar en esta idea
de qué es autogestión y qué no lo es. Me parece que un punto esencial para pensar en
ese sentido es pensar cuáles son los instrumentos estratégicos, cuáles son las prácticas
cotidianas de autogestión que se vienen llevando adelante, cuál es el horizonte
estratégico. Vivimos, construimos hábitat, trabajamos, pensamos construyendo
relaciones sociales. La relación social dominante es el capital, y el capital no solo se ve
cuando el propietario exprime trabajo al obrero, en ese acto del ejercicio salarial. El
capital se ve cuando, como decía Néstor, un trabajador enajenado reproduce esa lógica
de mierda. El capital se ve cuando prendemos el televisor y nos estupidizan. El capital
se ve cuando la gente que sale de nuestros barrios se pone un uniforme y caga a palos a
la gente de su propio barrio. Y ese es el capital, y ese es el proyecto de civilización que
tiene el capital para nosotros. Entonces creo que lo que centralmente nos atraviesa y que
el proceso de autogestión es un camino para resolver, se llama contradicción. Vivimos
en un mundo que no nos gusta, queremos otro pero no lo tenemos, lo estamos
trasformando. Alguien habló de dialéctica, y el sujeto cambia, a medida que el mundo
cambia el sujeto cambia. Muchas veces caemos, muchas organización caen en una
supuesta reivindicación que es algo así como que accedamos todos al capitalismo. Cosa
que es un absurdo. Para que exista un determinado nivel o paradigma de vida tiene que
haber gente que le vaya como la mierda, sino no existe. Para que exista Puerto Madero,
tienen que existir las villas que existen, tienen que existir los pibes en patas y sin
morfar, sino no existe Puerto Madero. Y también tienen que existir los que fueron a
pegar los ladrillos para hacer Puerto Madero.


Antes de ayer, cuando se preguntaba qué hacer, Julio decía que había un pelado que se
había preguntado qué hacer. Ese pelado además leía mucho a un señor barbudo. Uno
escribió un libro que se llamaba ¿Qué hacer? y el otro uno que se llamaba El Capital,
como dos conceptos bastantes necesarios e importantes. Y además hubo muchos otros
barbudos en el mundo, y hubo muchos en Latinoamérica. Uno que no fue argentino ni
cubano, fue latinoamericano, murió en Bolivia, o no murió, se inmortalizó, uno va a la
Escuelita y hay un grafiti, estaba en una época que decía: acá salió un hombre a la
inmortalidad. Y si uno mira Bolivia, la puta si vale la pena recuperar los procesos
históricos. Los procesos de nuestros pueblos. Además de Lenin, además de Marx,
además del conocimiento si se quiere más científico, comprender esa lucha, cómo se da,
cuando hay una expulsión, un desalojo, hay lucha de clases, no hay otra cosa que eso.
Y así como está el ejercicio de expresión violenta del desalojo, como decía del patrón,
no es sólo el acto de asalariado, tampoco es sólo el desalojo. Cuando van a barrios, nos
pasa hoy en Santa Fe, compañeros que tienen 20 años viviendo en una construcción, a
hacer clientelismo político y el papelito que les promete que alguna vez van a tener su
propiedad privada. El reaseguro de que van a tener su casa. Minga! los están tirando al
mercado. Los compañeros lo entienden como una reivindicación histórica. Nos quieren
hacer comer el discurso de que la propiedad privada es para todos y es la salvación de la
humanidad. En ese punto me parece que esto de poder pensar la autogestión en los
términos estratégicos que implementan las organizaciones en el hábitat vinculado a ese
horizonte cultural, social, económico. Y discutir la ayuda mutua, discutir la propiedad
privada, discutir autogestión, y entender por qué los compañeros cuando toman un
ladrillo están construyendo un mundo nuevo. También esto que planteaba el compañero
chileno de recuperar la historia. La historia y también los costados, porque a veces
miramos para adelante o para el otro costado. Digo, cómo se construyen los barrios,
quién los construye.
Nosotros en Santa Fe trabajamos en un barrio que es una relocalización de unas
inundaciones criminales de un hijo de puta que tiene fuerza todavía porque en las
últimas elecciones volvió a ganar por mucho margen, es senador provincial, y en ese
barrio la gente vive en casitas de plástico de 24 metros cuadrados. Esa casita de plástico,
con familias numerosas, con siete hijos y nueve personas viviendo en 24 metros
cuadrados menos el baño, esa casita tiene una plaquita que dice: Vivienda por
Autogestión. Entonces este hijo de puta nos vacía esos contenidos. También les puedo


contar que el gobierno de mi provincia se llama socialista. Si nos vacían… Y el
mecanismo por el que se organizaron es en cooperativas. Toda una lucha para recuperar
ese sentido, que es un sentido histórico pero que lo vacían hoy.
En fin, para no hacerla más larga, creo que en esa construcción cotidiana, en esa
autogestión cotidiana, la pregunta también es si somos capaces de ser enajenados; si
somos capaces de internalizar la lógica del capital; si somos capaces de querer la
propiedad privada; de creer que son reales los capitales que después se fugan,
desaparecen en los momentos de crisis; si somos capaces de lograr ir por la calle y ver
un tipo comiendo de la basura, y que muchas veces ni siquiera nos choque; si somos
capaces de esto, cómo no podemos ser capaces de internalizar un mundo nuevo donde la
tierra no tenga dueños, y donde el trabajo solidario exista, donde podamos vivir sin
matar a nadie y sin ser matados. Cómo carajo podemos incorporar eso? Evidentemente
podemos, por eso estamos acá. Y cómo nos podemos recuperar y seguir adelante con la
historia de nuestro pueblo latinoamericano, que es construirse, que es reconstruirse,
resistir. Por eso insistimos en que a eso muchos de nosotros le llamamos socialismo. Y
no le tenemos miedo porque es lo que construye nuestro pueblo. Si no sería tenerle
miedo a lo que construimos nosotros todos los días. (Aplausos)
Mi nombre es Susana, soy de Chile: -Solamente quería rescatar lo que planteaba
Néstor en un comienzo, esto de la dimensión subjetiva de la vida cotidiana, y la relación
que tiene con la autogestión. Y lo digo porque creo que es un componente central. Y en
particular, estoy hablando desde Chile, y cuando el compañero decía la democracia nos
ha hecho más daño que la dictadura, precisamente si hay algo que hemos perdido los
chilenos y que nos ha destruido completamente es la capacidad de confiar en el otro. Y
si no confiamos en el que tenemos al lado no es viable la autogestión aunque tengamos
grandes paradigmas, aunque tengamos grandes teorías, aunque queramos construir
socialismo y una sociedad distinta. Yo creo que en Chile esta campaña que han
impuesto, de la desconfianza, de desconfianza hacia abajo, hacia al lado, hacia arriba, es
un tema generalizado y que nos ha vuelto muy autómatas, muy individualistas y muy
autocentrados. Somos incapaces muchas veces de escuchar al otro creyendo lo que está
diciendo. Siempre estamos diciendo y negando lo que trae, con quién nos quiere
engrupir, qué cuento nos quiere contar. Y pienso que eso ha sido un tema muy complejo
en Chile, y que si no se aborta, aunque hablemos de marxismo, de teorías, no es viable.
Y creo que en eso las mujeres quizás tenemos esa capacidad de reconstruir aspectos, de


generar confianza, y de decir las cosas de manera simple, de manera sentida, y también
incorporando otras formas de comprender y de aprender para cambiar. Creo que si no
nos abrimos a esa dimensión simple de la vida, afectiva, subjetiva, de la vida cotidiana,
las revoluciones no van a poder ser posibles compañeros. Estamos en un momento
histórico en que requerimos la transformación de las personas. Eso nomas. (Aplausos)
Compañero de Brasil: -Nosotros presentamos ya un programa al gobierno federal,
(inaudible). Brasil tiene varios proyectos para zonas pobres, los hace participar más en
las políticas para el pueblo. Comenzamos a pensar cuál es el modelo de gobierno que
queremos para empezar a avanzar. Porque si pensamos en los modelos de gobiernos que
están en el poder, nosotros como movimientos no teníamos nada, acceso a nada ni el
apoyo de nadie. Sin embargo tenemos apoyo, tenemos dinero, tenemos construcciones,
sin embargo el presupuesto de Brasil es inmensamente grande, no podría ni decir el
número en este momento. Sin embargo lo que se ha destinado de ese presupuesto para
las organizaciones es muy pobre. Siempre pasó que no teníamos nada, estábamos en
cero, y ahora tenemos algo. Si pensamos el presupuesto que podríamos utilizar llega a
mil millones de dólares, y hoy usamos solamente cien millones de reales, entonces
todavía aún es muy poco. La utilización de recursos es aún menor. La pregunta es ¿será
que hay necesidad e interés realmente en que el movimiento quiera tomar esa posición?
Porque cuando el gobierno construye siempre quiere aparecer y tener una imagen y
hacer eso útil para las campañas electorales. Pero cuando es el pueblo el que hace, con
su derecho, es el pueblo que está haciendo con su dinero, con el dinero que le fue
destinado al pueblo.
Nosotros pensamos que es muy bueno tener a Lula en el poder, a nosotros nos gusta
mucho Lula en el poder. Sin embargo este gobierno se dice socialista y de izquierda, y
anda abrazado con Obama, se abraza con el presidente de Francia, le presta dinero al
FMI, el presidente defiende al antiguo presidente Fernando Collor de Mello,
(inaudible). El pueblo se unió y lo sacó de la presidencia de Brasil. Y Lula dice que
gritó en la calle fuera Collor!, y hoy están abrazados y son amigos. Lo mismo pasa con
el ex presidente José Sarney, que hoy está involucrado en varios escándalos, en
apropiación de bienes públicos, aparece como que trabaja en el senado y nunca va a
trabajar, y Lula dice que Sarney es un buen hombre, que es un hombre íntegro.
Entonces la pregunta es: ¿Qué gobierno queremos? ¿Un gobierno que se dice de
izquierda pero tiene prácticas de derecha? Nosotros en Brasil no sabemos hacia dónde


ir. Hay un dicho que es así: si corres el león te agarra y si te quedas el león te come. Si
votamos a un gobierno de derecha va a ser peor. Pero la actual condición de nuestro
gobierno tampoco es buena, porque con una mano el gobierno ayuda a los pobres, y con
la otra (inaudible). Esa es la situación en Brasil. Por eso también en el mismo partido de
los trabajadores hay indefiniciones y muchas personas se apartaron del partido, se
fueron del partido. El año que viene tendremos elecciones en Brasil, y la izquierda no
está totalmente definida mientras que la derecha está totalmente unida. Puede haber la
posibilidad de que la derecha llegue al poder en Brasil. (Inaudible) Los diputados y
senadores todos los días aparecen en las noticias, en la radio y la televisión. Yo no sé si
soy un pesimista. Yo no sé si para el capitalismo es mejor un gobierno como el que está
en Brasil, o un gobierno de derecha. Por empezar, a pesar de los escándalos nosotros,
los movimientos sociales, todavía no salimos a la calle a protestar, y no salimos porque
muchos de nosotros estamos vinculados al gobierno. No salimos porque pensamos que
si protestamos vamos a perder los programas sociales que tenemos. Y así va avanzando
el capitalismo en Brasil cada vez más, y las dificultades van siendo cada vez más
grandes. Ya hubo una gran división entre los miserables y la clase media, pero también
se están tapando otras cosas. En la educación por ejemplo. Hoy en Brasil está prohibido
reprobar a cualquier alumno de la escuela pública, entonces los datos oficiales dicen que
los jóvenes pasan de año y están mejorando sus estudios, y eso no es verdad. Esa es la
situación que vivimos en Brasil. Por un lado avanzamos en las obras sociales, sin
embargo políticamente estamos entrando en un pozo. Gracias. (Aplausos)
Compañero de Brasil: -No voy a hacer una contradicción sino un complemento de lo
que dijo mi compañero de Brasil. Todo lo que voy a decir son mis propias palabras, la
visión que yo tengo. La política que hay en mi país es una cajita de secretos, porque el
gobierno del presidente Lula está fragmentado, porque Lula no tiene una base de
izquierda, y eso afecta mucho a la decisión de los movimientos sociales, es la gran
máquina financiera y sustenta los partidos de derecha. Lo que sugieren nuestros líderes
de movimientos sociales, algunos de ellos, son infiltrados. Así como se dijo que Chávez
es un infiltrado del gobierno, algunos líderes son importación de la derecha y pasan a
ser de la izquierda, por la situación financiera del país. (Inaudible) Lo que sucede es
también es que existen universidades federales que son grandes, para todos, pero el
detalle es que hay que dar un examen de ingreso a la universidad y es muy caro. La
diferencia es que los profesores de colegios privados saben más y enseñan más. El


pueblo que va al colegio estatal tiene deficiencias porque el Estado no paga el salario al
profesor. Tenemos huelgas, paros. Se tienen que tomar 300 clases por año, debido
huelga se hacen 100 clases por año. (Inaudible) El presidente no tiene base para su
gobierno. (Inaudible)(Aplausos)
Victoria de Brasil: - Mi intervención está relacionada con lo que dijo Néstor,
principalmente en tres aspectos. Primero en relación con una pregunta que me inquietó
bastante, ¿cómo las organizaciones se plantan frente al Estado? Lo segundo sería que
los trabajadores funcionan dentro de la lógica capitalista del Estado, y tercera esto de
que la lucha cotidiana que es la más difícil y la más compleja. Lo que voy a decir
pertenece a estos tres momentos.
Voy a comenzar hablando sobre el tema del trabajador. Históricamente el trabajador
proletariado a través de sus luchas logró trasformar sociedades, gobiernos. Por ejemplo
podemos citar a Rusia, Francia. Y muchas veces el trabajo se vio en los momentos
históricos como una trasformación de la sociedad. Cuando en las fábricas entra el
fordismo y los trabajadores unidos lograron derrumbar esos modelos de opresión de los
trabajadores. Y al mismo tiempo esa organización de trabajadores es lo que hoy se
llama sindicatos. Y esa organización en los sindicatos desmovilizó la lucha de los
trabajadores. Por un lado, a medida que el trabajador se organizó como entidad de clase
avanzó en nuevas conquistas, pero por otro lado hubo una desmovilización de la
trasformación social. Hoy en día los movimientos sociales luchan más por el salario, y
no por una lucha de trasformación de capitales.
A partir de esa lucha de movilización de trabajadores, me venía la reflexión en este
sentido, ¿cómo los movimientos sociales que están organizados, que están luchando,
pasan por esta lucha cotidiana? Si perdemos de vista la lucha cotidiana vamos a acabar
más o menos como el movimiento sindical, que al principio tenía como objetivo la
trasformación de la sociedad y del sistema político y económico, y la lucha finalmente
se limitó a la lucha por un salario. Debemos dar esa lucha individualmente en cada uno
de nosotros, por una sociedad justa, inclusiva, en donde el espacio de la ciudad sea una
oportunidad para todos. En esa construcción de organización no debemos perder de
vista la trasformación social. Esa es la reflexión que debemos llevar a nuestros países.
(Inaudible) Espero que mi reflexión haya sido clara en la medida de lo posible para
todos.


Compañero de Ecuador: -Un comentario sobre la situación de Solidaridad en
Ecuador. Creo que en la mayor parte del concepto que aquí se ha planteado se ha
coincidido plenamente. En todo caso creo que no se pueden aplicar fórmulas
absolutamente para todos de manera igual, los desarrollos son diferentes y creo que
debemos ser respetuosos con lo que sucede en cada uno de los países. En eso ver la
manera de cómo establecemos el reconocimiento y el respeto a cada uno de los
desarrollos. Y hay que determinar cuáles son las líneas que sustenta la autogestión. Para
esto nosotros consideramos que nuestro proyecto es eminentemente autogestionario.
Incluso hemos tenido que establecer una cierta distancia con el Estado, pero teniendo
clarísimo que se trata ante todo de la construcción de poder popular, que se trata de un
poder del pueblo para que sea capaz no de depender de algo sino de construir su propia
existencia y su propio destino. Y también con toda una herencia, no solamente nacional
sino también internacional. Nosotros tenemos alrededor de unas 14 cooperativos de
vivienda, ¿y quiénes son esas cooperativas? La cooperativa poder popular, la
cooperativa libertad y justicia, que son nombres que tienen para nosotros una
significación. Son pautas, caminos en los cuales no se retrocede. Nosotros quisiéramos
ser como los compañeros de la FUCVAM, esa es nuestra aspiración, pero estamos de
pie, empezando, y nuestras condiciones no son esas.
El modelo neoliberal que hay hoy no lo podemos desmontar, ha significado no
solamente el hecho de no contar con recursos, sino que también ha significado un
modelo que trata de meterse en la cabeza de la gente, que trata de hacernos crecer cuál
es nuestro papel y función dentro de la sociedad. Y no tiene que ver eso únicamente con
los mandatarios, con los sectores de poder, tiene que ver con nuestra gente, cómo ha
penetrado tan profundamente la ideología neoliberal en nuestra gente, y cuando ven
cooperativas o cuando ven autogestión creen que es beneficencia.
Entonces el hecho es que para nosotros la autogestión tiene que ver con el manejo de
recursos económicos, financieros, materiales, ser capaces de manejar esos recursos, ser
capaces de construir continuidad, incluso de nuestros propios recursos. Lo que hacemos
en la cooperativa es hacer un inventario ¿qué es lo que tenemos? Hay organizaciones
sociales, universidades, porque siempre se quiere ver a través del dinero, como si fuese
lo único que cuenta, cuando podemos sumar lo que nos da la universidad, la
colaboración de los estudiantes en trabajos comunitarios. Definitivamente se sigue
haciendo lo que nosotros llamamos una minga, trabajo comunitario. Hemos trabajado en


esta dirección. No aceptamos casas de mala calidad, se establece con mucha claridad la
diferencia que hay entre las casas hechas por nuestros compañeros con la autogestión,
que las hechas por las empresas privadas. La primera casa en que viví era tan pequeña
que no entraba una cama matrimonial, es la lógica del empresario! Definitivamente
terminamos haciendo los dormitorios más grandes y no las camas más pequeñas. Eso es
la posibilidad para nosotros de la autogestión, ser capaces de disputar. Nuestros
proyectos son para gente con dignidad.
Nosotros creemos que la vivienda es la pista de despegue para muchos otros proyectos,
como el proyecto de educación. No nos concebían que podía haber una educación de
carácter comunitario, solamente había privada, fiscal y de los curas, comunitario nada.
Hoy, ya con nuestra experiencia se está reconociendo la educación autogestionaria
comunitaria, que significa que los hijos de nuestros compañeros tengan una educación
cooperativista, comunitaria, que no la da ni la privada ni la fiscal. También que nuestros
compañeros puedan trabajar, que tengan un salario digno, hoy tienen un salario que
incluso superó al salario que pagan los empresarios privados, porque considera aspectos
como la alimentación. En nuestro país los más maltratados son los trabajadores de la
construcción, que almuerzan con Cola Cola. En nuestra cooperativa los compañeros
almuerzan en nuestros comedores, y tienen un almuerzo como cualquier ejecutivo y les
cuesta solamente el 50 %, el otro 50 % lo paga la cooperativa de vivienda. Convertir a
la autogestión como una forma de dar respuestas a cada una de las necesidades. Eso es
para nosotros la autogestión. Rompiendo el ciclo o el esquema del Estado. Pero también
aprendemos una cosa, el dinero que maneja el Estado es dinero nuestro, pero la lucha no
es solamente económica, la lucha es también ideológica. Gracias. (Aplausos)
Compañera Fátima de Brasil: El compañero habló de la pequeña vivienda, nosotros
también tenemos viviendas así, no grande, paqui. No entra una cama. Por eso decimos
que queremos autogestión. Para eso es muy importante en Brasil la unión tanto a nivel
nacional como en las ciudades. También lo que dice el compañero de Chile sobre la
historia, nosotros creemos que tenemos que considerar la historia más antigua, pero
también las modificaciones. Del compañero de Venezuela, que plantea el apoyo con
otros, esto es muy importante, y en Brasil nosotros con otros compañeros, con otras
entidades, llamamos a todos los sindicatos, el apoyo de otras entidades que no tienen el
objetivo de las viviendas, trabajar juntos para esta lucha. Hoy hablamos de la vivienda


en Brasil en primer lugar, sin vivienda no podemos tener buena salud, educación, ni
cultura. Muchas Gracias (Aplausos)
Compañera Kisi de Argentina:-Estamos un poquito atrasados, queremos comenzar a
trabajar a las 14:30 de la tarde. Tengan en cuenta que el trabajo de la tarde se va a hacer
en función de colores. Disfruten del almuerzo

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